El primer paso para diseñar e implementar una efectiva estrategia de talento consiste un realizar una definición propia del mismo.
Esta instancia, que parece relativamente obvia, en algunos casos se omite poniendo en práctica estrategias basadas en definiciones de talento de otras organizaciones.
¿Por qué es necesaria una definición?
Porque las necesidades de cada organización son diferentes, dependen de varios factores. A saber: fuerzas del entorno, estrategia empresaria, cultura organizacional, procesos clave, competencias deseadas, etc.
El problema...
Lo que termina sucediendo es que si tomamos una definición genérica nuestra estrategia también lo será y probablemente su implementación e impacto en la performance de la empresa no sea tan efectiva como se espera.
Bien, ahora pongamos esto en práctica. Estas son algunas preguntas disparadoras:
¿Qué es el talento?
¿Cómo se define el talento para nuestra organización?
¿Qué tipos de talentos necesitamos?
La primera pregunta puede responderse de forma genérica, pero la segunda y tercera requerirán de un esfuerzo mayor, un análisis más a fondo de la organización y su entorno.
Entonces, respondamos la pregunta número uno, ¿qué es talento?:
Talento refiere a aquellas personas que poseen un conjunto determinado de competencias y que, a partir de este, son capaces de obtener óptimos resultados en una tarea específica dentro de una organización en particular.
Como te mencioné anteriormente, la otras dos preguntas deberás responderlas a partir de las cuestiones propias de la empresa, de su Misión, Visión y
Valores, de su estrategia empresarial, y de las competencias centrales
necesarias para desarrollar e implementar la misma.
En el próximo post sobre gestión del talento trataremos sobre esto y un poco más!
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